domingo, 4 de marzo de 2012

Muerte



Me escondo en las entrañas de la oscuridad, esperando la muerte, inevitable.

Agonizo, me retuerzo, me pierdo en mi dolor agudo y punzante.

Ahí llega, la muerte, imponente y grandiosa, me pide que la acompañe.

Me resisto, pero me cautiva y caigo, me arrastra con ella, sin compasión.

Siento su guadaña clavándose en mi estómago, destrozando mi interior.

Todo acabó, no hay dolor ni sufrimiento, finalmente, como siempre, la muerte gana la batalla, siempre victoriosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario