martes, 19 de febrero de 2013

Carta a mi misma.

Te paras a pensar, en tu pasado, en tus mierdas. Lo pasaste mal con esa persona y decides crear un puto muro alrededor de tu corazón en el que no pueda entrar ni un alfiler.
Es normal, te dejó hundida, hecha polvo, sin autoestima, sin ganas de quererte.
Cinco años después te encuentras con una persona en la que poder confiar, que merece la pena.
Pero siguen esos miedos, ¿y si me pasa lo mismo? ¿no me entiende? ¿me jode la vida?
Las putas inseguridades te inundan día tras día por esa obsesión que tienes, no se va.
Sabes que él no es así, puedes tirarte al vacío que él estará allí para salvarte.
La cagas constantemente, una y otra vez por esas inseguridades que crearon en ti.
Intentas cambiar, lo deseas con todas tus fuerzas con tal de no joder nada con lo que tienes con esa persona, pero te cuesta. Pero tienes que superarlo, no hundirte en la mierda del pasado.
Él no tiene culpa de que esa otra persona que hubo antes fuera un cabrón, por lo tanto, no deberías de ser tan desconfiada. No estar alerta siempre. Vivir a gusto. Dejarte llevar.
Puta obsesión enfermiza.
Pero al fin y al cabo, tienes que superarlo.
Superarlo de una puta vez porque si no vas a acabar muy mal.

ESPABILA.

jueves, 18 de octubre de 2012

Las cicatrices se antojaban borrosas en su arrugada cara, demasiado tiempo había pasado por ella. 
Fueron tiempo muy duros para todos, hombres y mujeres. A él le tocó ir a la mili, muy a su pesar, pero era eso o un tiro en la cabeza. 
En esa época palabras u opiniones de poco servían. 
Vio mucha muerte, trataba con ella constantemente, se podría decir incluso que eran amigos, un equipo. La muerte se llevaba las almas y él sus cuerpos. 
Ahora podía verla a los pies de su cama contemplándolo indiferente.
Es hora de irse. Soy viejo, pero no lo suficiente, me gustaría disfrutar más de esta calma después de toda la tormenta pasada. No puede ser, lo sabes viejo, estás enfermo. He aguantado 5 años con este cáncer, ¿por qué no un par de años más?. Hemos pasado mucho juntos, viejo, ya es hora de decir adiós. Está bien, de todas formas ya no tengo nada por lo que estar aquí, sólo mis montones de libros y mis recuerdos.
No hay mal que por bien no venga.

sábado, 28 de julio de 2012

Viejo sabio.


-Viejo sabio que todo lo sabes, cuéntame cómo he de ser feliz.

-La felicidad es caprichosa y cruel. Inestable. Sólo soy un viejo cansado de vivir.

-Tú eres un viejo sabio cansado de vivir al igual que yo sólo soy un hombre cansado de buscar
esa dichosa felicidad. 

-No se trata de buscar, si no en hacer tus creencias reales. Seguir tu propio pensamiento,
sin ser hipócrita contigo mismo. Enfrentándote a todo lo que sea injusto para ti y los tuyos.
Pero somos unos cobardes, es difícil luchar contra alguien más fuerte que tú y nos acobardamos.

-Viejo sabio, yo lucho por mi y por los míos y aún así sigo sin ser feliz.

-Entonces eres un necio que vive en una ignorancia completa. Ya vives una felicidad,
pobre de ti que no te has dado cuenta. Tienes todo lo que te propusiste. El ser humano 
es tan avaricioso que no se da cuenta de lo que tiene. No hace falta ser el hombre más
rico del mundo para ser feliz, pues éste, siempre estará solo.


lunes, 2 de abril de 2012

Mi libertad

Aún siento mis manos húmedas debido a la sangre que corre sobre ellas. Eran tantas las noches sin poder dormir, tanto el sufrimiento al que él me sometía, no me quedaba otra opción. Era yo o él.
Recuerdo con amargura lo que hacía.
Las palizas, cada vez que me pegaba sólo pensaba en una cosa, sobrevivir.
No sabía si seguiría viviendo un día más, me pegaba hasta dejarme casi inconsciente, con la cara destrozada debido a los puñetazos recibidos. Una vez rompió la nariz y hubo que operarla para poder reconstruirla.
La humillación, ese desprecio con el que me miraba... Era una puta inútil para él, nada le servía, nada de lo que hacía estaba bien.
En cuerpo y alma me he dedicado a conceder sus caprichos con miedo a no hacerlos bien y recibir una paliza a cambio de mi esfuerzo.
Que puta necia he sido, pensaba que cambiaría, que se volvería mejor persona. Lo peor fue cuando me quede embarazada. "No quiero tener a una vaca por esposa" me decía.
Estúpida de mi, debería de haber escapado y no haber dejado que me tocase. Que me quitara a mi hijo, que me golpeara hasta sangrar por la boca y perderlo. Sólo recuerdo el dolor de aquella pérdida, los golpes para mi ya no dolían, ni las palabras.
Me he sentado en la cama, me he quedado un rato observando como dormía ese "monstruo" al que llamaba marido.
¿Qué hago? ¿Cojo la maleta y me voy? No puedo, me encontraría y acabaría conmigo.
Un cuchillo, voy a la cocina y cojo un cuchillo. Se lo clavo en el estómago, él me mira con los ojos desorbitados, con dolor, con sufrimiento.
"Que ironía, ¿verdad?, ¿te gusta el dolor cariño? ¿te gusta como desgarro tu estómago mientras te miro sonriendo?"
Rabia, sólo sentí eso. Tuve que apartarme a un lado para vomitar, pero, ¿qué era eso comparado con la satisfacción de verlo sufrir?
Ahora sólo silencio, no más gritos, no más palizas, no mas miedo....sólo silencio.

Mi libertad.

martes, 27 de marzo de 2012

Anciana


65 años recorridos ya, 4 luchando contra el cáncer que cada día la mataba lentamente.
Observaba su piel seca y desgastada, por el paso del tiempo. Se volvió áspera y sin brillo, se apagaba poco a poco, dejando paso a la vejez. Los años no sentían compasión por ella.
Recordaba sus tiempos juveniles, siempre alegre y risueña, dispuesta a cometer locuras. Una persona dedicada a ayudar a los demás, con fuerza y coraje. Supo sacar a sus dos hijos adelante, cuando desgraciadamente, su marido la abandonó debido a un accidente de tráfico.
La vida no fue fácil para ella y ahora se veía abatida por ese dichoso cáncer que se depositó en ella.
Se sentaba cada día en frente de la ventana de su habitación, en la residencia donde la dejaron sus hijos, observaba a los pájaros volar, libres y con aire majestuoso. Ella quería ser libre, liberarse de su tortura, de su soledad. Abandonar este mundo donde no le quedaba ya nada.
A veces lloraba, otras pensaba, otras simplemente, dejaba que las horas pasaran con la mente vacía.
"No vale la pena estar ya aquí, mi familia piensa que soy un estorbo, mi querido marido no está ya a mi lado desde hace mucho tiempo. Lo único que quiero es reunirme con él y que todo esto pase. No quiero sufrir más, no quiero vivir más", pensaba ella.
Una noche, sus deseos se hicieron realidad. Tumbada en esa cama tan fría, con los ojos llenos de lágrimas y medio bote de pastillas vacío, dejó su cuerpo, destrozado por ese cáncer implacable y la vejez.
Sentía tristeza, pero a la vez felicidad. Estaba haciendo algo en lo que llevaba tanto tiempo pensando.
Su cuerpo viejo ya no la dejaba vivir tranquila, su cerebro no dejaba de atormentarla con los recuerdos de su vida pasada, era tan desdichada. Sólo quería morir, morir en silencio, con sus pensamientos, con su soledad.
Su alma voló por fin, voló como un pájaro libre y majestuoso. Tal y como ella quiso. Voló, voló hacia un lugar mejor. Un lugar donde no se sufría, ni se pensaba, ni donde se recordaba...

miércoles, 21 de marzo de 2012

Soledad.

Todo a mi alrededor se antoja frío y desconocido. Quizá no encaje entre la multitud, quizá sean ellos los que no se amoldan a mi vida...
La soledad me acompaña y yo la acompaño a ella. Me abraza y consuela.
Comparto mis sentimientos con ella, la única que entiende ésto que me pasa, a la única que cuento mis pensamientos y deseos más ocultos.
Compañera fiel, siempre estará ahí, siempre que estés hundido y abatido. Es la única que está ahí.
Compañera de dolor y sufrimiento. Siempre silenciosa, la soledad. Callada soledad.

domingo, 11 de marzo de 2012

Martyrs. Parte de diálogo de mi escena favorita.

Lucie Jurin es una víctima, como todos los demás.

Es fácil crear una víctima, muy fácil.

Encierras a alguien en la oscuridad, empieza a sufrir. Alimentas ese sufrimiento, metódicamente, sistemáticamente y frío. Y déjalo seguir.

El sujeto atraviesa diferentes etapas. Después de un tiempo el trauma, ese pequeño quiebre que ocurre tan fácilmente, hace ver cosas que no están.

¿Qué vio la pobre Lucie?

¿No veía cosas?

¿Ni siquiera monstruos?

¿Cosas que querían lastimarla?

Una chica muerta.

Eso es.

Una chica muerta.

La chica que encontraste, veía insectos. Cucarachas, en todos lados.

Se arrastraban hacia ella. Se hubiese cortado el brazo para atravesar eso.

La gente no quiere sufrir más. El mundo ha llegado a un punto donde sólo quedan víctimas.

Los mártires son poco usuales, un mártir es algo más...

Un mártir es un ser excepcional, sobrevive sufriendo a falta de todo.

Cargamos con todo el mal del mundo y transciende así mismo.

¿Entiendes eso? Él cambia formas...



Una de las películas que más me impresionó y me hizo pensar. Recomiendo a todo aquel que me lea, que disfrute con ella.